Por Aude, amiga y alumna
Pilar es mi amiga desde hace unos 15 años.
La elegí desde los primeros momentos por su particular brillo que surge de una capa muy profunda de su intimidad.
Por el momento, el yoga que practico está completamente arraigado en esta conexión con ella. Siento que parte del trabajo corporal que abordamos también consiste en fortalecer la autonomía y la voluntad que aún no he adquirido por mi cuenta.
Las percepciones que tengo de mi cuerpo me permiten, sesión tras sesión "en el tapete", no dejar que se desvanezca la confianza y la alegría de Ser y Avanzar.
El yoga con Pilar me enseña que el cuerpo, la respiración y el pensamiento son una sola entidad; la flexibilidad y la fuerza que espero cultivar me permiten considerar mi camino no como una pendiente descendente hacia la madurez, sino como un posible y constante progreso en un paisaje siempre renovado.
Gracias Pilar💛